Encontrar una buena panadería cerca de nuestra casa no siempre es tarea fácil y al menos nosotros no hemos tenido esa suerte. Pero poco nos preocupa, pues aunque nos encanta la panadería tradicional mexicana, no consumimos pan dulce frecuentemente. Y además, siempre que algo se nos antoja, busco hacerme de un par de horas para aprender a hacerlo en casa.
Así es como, tras algunos intentos, logré hacer estos perfectos bisquets caseros, ideales para el desayuno o la cena, a los que les queda igual de bien un poco de mermelada, o de cajeta, o de miel, o de nutella ¿y que tal unos frijoles con queso fresco?. No van a creer lo increíblemente sencillo que es prepararlos, pocos ingredientes, pocos utensilios y pocos pasos. Eso sí, hay que tener mucho cuidado con no calentar la masa al trabajarla con las manos.
Los tradicionales bisquets mexicanos usualmente se preparan con manteca de cerdo, pero yo siempre busco usar los ingredientes que tengo a la mano, y tengo que reconocer, que la mantequilla les da una sabor estupendo. Se pueden comer fríos, pero nada como partirlos a la mitad y colocarlos dos minutos de cada lado en una plancha caliente.
- 2 tazas de harina
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de polvo para hornear (royal)
- 1 cucharadita de sal
- ½ taza o 120 gramos de mantequilla
- ¾ de taza de buttermilk o (leche + 1 cucharadita de jugo de limón)
- Lo primero que haremos será cortar la mantequilla en cubos pequeños, colocarlos en un plato y meterlos al congelador durante al menos una hora, para que cuando llegue el momento de usarlo se encuentre bien fría. Aprovechamos mientras para preparar la buttermilk (que en México no encontramos), mezclando la leche con una cucharadita de jugo de limón o de vinagre. Dejamos reposar hasta que se formen grumos y refrigeramos, pues también necesitamos que esté fría.
- Cuando estemos listos para empezar, en un tazón grande mezclamos la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal.
- Precalentamos el horno a 220ºC.
- Agregamos la mantequilla y nos ayudamos de un cortador de masa o pastry blender para ir cortándola en pedazos más pequeños mientras la mezclamos con la harina, hasta que tengamos piezas de un tamaño menor a un chícharo. Si no tenemos uno de estos utensilios, un tenedor o un par de cuchillos harán bien la tarea. Podemos incluso utilizar nuestras manos, pero corremos el riesgo de calentar la masa.
- Agregamos la buttermilk y con ayuda de una pala trabajamos, sin excedernos, hasta que se una en una bola.
- Vacíamos la masa en una superficie limpia y previamente enharinada, y formamos un rectángulo de unos 15 x 20 centímetros, lo doblamos en tercios y aplanamos con las manos nuevamente hasta obtener un rectángulo de tamaño similar. Este proceso hará que se formen más capas, que son las que le dan textura y suavidad a estos bisquets.
- Usando un cortador de galletas, de unos 6 centímetros de ancho, cortamos la masa y colocamos cada bisquet en una charola para horno ligeramente engrasada. Los colocamos todos juntos, sin separación, para que puedan crecer más hacia arriba.
- Horneamos durante 10 a 12 minutos hasta que las partes inferior y superior luzcan ligeramente doradas. Tras apagar el horno, esperamos un par de minutos antes de sacarlos y colocarlos en una rejilla y barnizarlos con un poco de mantequilla derretida.
Ya se imaginaran que estos bisquets son uno de nuestros desayunos favoritos, pero también la cena perfecta para un día domingo. Los secretos para que queden como los de la foto son simplemente asegurarnos de que la mantequilla esté en todo momento fría. Así, cuando terminemos la masa, debemos poder ver los trozos de mantequilla; y como decía en la receta, colocarlos juntos en la bandeja para horno para que eleven hacia arriba, en lugar de separarlos como cuando hacemos galletas.
Si quieren que la parte superior quede más dorada, como los de las panaderías, antes de meter al horno deben barnizar con huevo batido. El ombligo, que yo no les he hecho por olvido, pueden lograrlo usando la parte inferior de una duya pastelera. Debo advertir, que esta receta de bisquets caseros es altamente adictiva.
¡Buen provecho!
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Hola Paty!
De acuerdo a mi lista de correos, ya estás suscrita. Muchísimas gracias por tu interés en nuestras publicaciones.
Saludos!
los hare mañana para el desayuno!!.. se ven deliciosos y fáciles..gracias x compartir la receta..
Los he hecho varias veces, quedan riquísimos. Muchas gracias!
Hola Cristina.
¿Verdad que sí? Me han dado ganas de hacerlos otra vez!
Saludos!
Hice los Bisquets para el desayuno de hoy domingo y fueron un éxito!!! mi esposito y mis hijas no dejaban de alabarlos!! Así que, receta segura!!!
Hola Mary, los hice y quedaron de vicio!! Queria preguntarte si la masa se puede hacer por la noche para tenerla lista para el desayuno del dia siguiente, claro guardandola en la nevera
Eso está genial Gaby!
Qué bueno que les hayan gustado!
Un abrazo, Mary Soco
Lo sé, son un verdadero vicio. Sabes lo que yo hago para no comernos todos el mismo día, los congelo! Cuando los quiero ocupar, los meto al horno a 180ºC por 12 minutos y listo.
De hacer la mano en la noche, no lo he hecho. Pero estoy segura que no habrá problema mientras lo metas en la nevera (la mantequilla necesita estar fría para que esponje el pan.
Tienes dos opciones:
Hacer la masa, aplanarla, cortar los bisquets, ponerlos en una charola y meterlos a la nevera (y al día siguiente directo al horno)
O guardar la masa envuelta en papel film (adherente) para que no haga costra la superficie, y al otro día sacarla unos 10 minutos antes para que la puedas trabajar fácilmente (aplanar y cortar).
Me cuentas con cual te va mejor,
Un abrazo!
Hoy los hice para desayunar, quedaron suavecitos y esponjositos, una delicia.
Gracias!
Muchas gracias Claudia!
Nos alegra que te gustaran.
Un abrazo!