Natillas de vainilla. Receta

Hoy en día cuando pensamos en un postre, dos son las cosas que se nos vienen a la mente: un helado, o un pastel horneado, pero si nos diéramos a la tarea de buscar el viejo recetario de nuestras abuelas, encontraríamos postres que no requieren horno, sencillos en su preparación, con ingredientes que todos tenemos en casa y mucho muy económicos, como lo es estas natillas de vainilla.

En mi infancia, yo las conocí como cremitas de vainilla y en un recetario de 1967 he hallado la receta bajo el nombre de crema a la vainilla. Le he hecho un pequeño cambio, sustituyendo a la harina como espesante por fécula de maíz, o maizena, como todos conocemos este ingrediente.

De esta receta estoy segura que hay miles de variantes, tantas como familias existen. Algunos usan más o menos yemas de huevo, hay quien usa el huevo completo, quien añade canela o ralladura de limón para darle un sabor diferente, quien le da brillo con un poco de mantequilla, quien usa leche evaporada en lugar de leche entera, e incluso quien disminuye el azúcar sustituyéndola por leche condensada.

Todas ellas son recetas diferentes pero también muy similares, algunas tienen más cuerpo y otras más líquidas y también, tienen un sabor que las diferencia. Yo he querido compartirles esta receta, la que en mi opinión es la más básica de todas. Es una receta espectacularmente sencilla de preparar, que eso sí, requiere que estemos pegados a la estufa unos quince minutos, pues si dejamos de mover es muy fácil que la maizena se asiente y se formen grumos.

Como podrán ver en las fotografías, las he decorado con unas uvas pasas que tanto me gustan, pero también podemos espolvorearles canela en polvo, o colocarles una galleta María encima. Aunque tradicionalmente las cremitas las comemos frías, es muy probable que se vean tentados de comerse una porción estando aún caliente, pues sabe estupendo. Si lo hacen, tengan la precaución de esperar a que enfríe un poco, o terminarán con la lengua quemada tal como me pasó a mi esta última vez que las he preparado ¡no resistí la tentación!

Al ser estas natillas de vainilla un postre con textura cremosa, es muy fácil que los niños pequeños, los adultos mayores o quienes tienen una dieta blanda puedan comerla siempre que no tengan dificultades para digerir los lácteos o el huevo. Para una mejor textura, les recomiendo usar leche entera, pero saldrá sin inconvenientes y quizá con unos minutos más de cocción, si usamos leche baja en grasa, alguna leche vegetal o incluso leche en polvo preparada.

Por último, si prefieren ocupar harina en lugar de la fécula de maíz, la cantidad a utilizar son 70 gramos.

¡Buen provecho!