Esta semana quiero compartir con ustedes una receta muy mexicana, cuyo origen nos remonta al bello estado de Veracruz; yo siempre la he conocido simplemente como pollo guisado con plátano macho, y es otra de las recetas que mi mamá nos servía en casa con este delicioso fruto. Ya antes he publicado la receta de tapado de res, donde también es el plátano macho la estrella del plato, y no voy a negarles que quedan por ahí algunas recetas más por hacer.
No fue hasta hace unos meses, viendo el programa de Tu Cocina en Canal Once, que descubrí de voz del chef Gerardo Vázquez Lugo, que ha este platillo también se le conoce como pollo costeño, aunque a él, el plátano le ha quedado casi desbaratado por completo y usa mucho más jitomate, la base de los ingredientes es la misma. Yo prefiero hacerlo como me enseñaron, cuidando que las rodajas de plátano queden visibles.
- 6 piezas de pollo sin piel
- 6 jitomates
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 2 plátanos machos
- 3 chiles jalapeños
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- sal y pimienta
- En una cacerola amplia calienta una cucharada de aceite de oliva y sella las piezas de pollo previamente salpimentadas hasta que estén bien doradas por ambos lados.
- En otra cacerola calienta la cucharada restante de aceite y fríe en este la cebolla rebanada, los dientes de ajo y los jitomates troceados toscamente. Cuando se hayan suavizado, procesa todo en la licuadora, con un poco de agua.
- Corta en rajas los chiles jalapeños, retírales la vena y las semillas y agrégalos al pollo, permitiendo que se doren ligeramente.
- Baja el fuego al mínimo, retira la cáscara de los plátanos, córtalos en rebanadas gruesas y añádelos a la cacerola con el pollo.
- Cuando los plátanos hayan dorado ligeramente vaciamos la salsa de jitomate pasándola por un colador, tapamos la cacerola y dejamos hervir a fuego lento por 15 minutos o hasta que el pollo esté bien cocido, cuidando de no cocinar de más para que no se desbarate el pollo.
De este pollo guisado con plátano macho, les encantará su delicada combinación de sabores y el asombroso aroma que desprende. Desde luego, pueden ajustar la cantidad de picante a su gusto, pero no hay que omitirlo, pues es el que le da un verdadero contraste al sabor dulce que aporta al plátano, sin por ello dejar de ser una gran combinación. Hay que servirlo caliente, acompañado de tortillas y es mi sugerencia, servirlo después de un plato de sopa caldosa en lugar de arroz, para que no haya un distractor en el deleite de este platillo.
¡Buen provecho!
[…] a usarlos con platos salados, como estos Bisteces de res con plátano macho o el tradicional pollo costeño del estado de […]