Resulta que este año el Día de San Valentín cae en domingo, así que debemos aprovecharlo muy bien para disfrutar a nuestra pareja, a nuestra familia y a nuestros amigos. Vamos, que el amor tiene mil formas!
Puede, que no caigamos en todas esas tentaciones comerciales que hoy en día encontramos en esta fecha, pero eso no significa que no les demostremos a nuestros seres queridos lo mucho que ellos significan para nosotros. Una forma de hacerlo, es preparando su comida favorita, o sorprenderlos con un desayuno fuera de lo que acostumbramos, como lo es este dutch baby pancake o mini panqueque alemán.
La verdad sea dicha, es que es un plato para desayuno o para postre super sencillo de hacer, y con un resultado bastante llamativo. Eso sí, deberemos tener a la mano un sartén que sea apto para horno. Nosotros en casa, tenemos uno pequeño de hierro fundido que nos encanta. Si no contamos con uno de estos en casa, tendremos que tener cuidado en usar uno que no pierda su forma al meterlo al horno, y que no tenga mangos o asas de plástico.
- 50 gramos de mantequilla
- 150 ml de leche
- 75 gramos de harina
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 1 cucharadita de vainilla
- 3 huevos enteros
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 pizca de sal
- 10 fresas
- 1 cucharada de azúcar glass
- chocolate rallado
- Precalentamos el horno a 220ºC, e introducimos un sartén para horno para que también tome temperatura.
- En un tazón mezclamos la leche, los huevos, el azúcar y la vainilla.
- Una vez integrados agregamos la harina cernida, el polvo para hornear y la sal. Batimos con un batidor de globo hasta que la mezcla no tenga grumos.
- Cuando la sartén esté bien caliente, la sacamos con cuidado del horno y le colocamos la mitad de la mantequilla; en cuanto se derrita y mientras aún burbujea, agregamos la mitad de la masa y llevamos inmediatamente al horno de 10 a 12 minutos hasta que haya elevado y las orillas estén cocidas. Sacamos del horno, retiramos el panqueque y repetimos este paso con el resto de la mantequilla y la masa.
- Para servir, decoramos con las fresas cortadas en láminas, azúcar glass y chocolate rallado.
Como se darán cuenta, con excepción de la necesidad de un sartén para horno, la preparación de este dutch baby pancake o mini panqueque alemán no nos implica más que revolver todos los ingredientes en un sólo tazón, y el resultado, que seguro variará de vez en vez, es más que impresionante en su presentación.
Si queremos conocer un poco de la historia de este platillo de origen alemán, tiene su inspiración en el apfelpfannkuchen o pancake de manzana, y data del año 1900. Tradicionalmente, es servido únicamente con azúcar glass y bañado con jugo de limón, pero puede servirse con cualquier otro tipo de toppings, principalmente fruta y yogur.
¡Feliz San Valentín!
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