Comentaba en esta otra entrada que nos tomamos unas semanas de descanso para analizar y planear lo que haremos en Cocina Muy Fácil este 2018. Aunque este año nos enfocaremos más en recetas saludables, la primera receta del 2018 no lo va a ser, y el motivo es que mañana es San Valentín ¿y quién sigue la dieta en San Valentín? ¿y que hacemos con los chocolates sino comérnoslos? Bueno, dicho eso, vamos a consentirnos con unos estupendos profiteroles con crema chantilly y salsa de chocolate.
Dicen por ahí que París es la capital del amor, pues está lleno de lugares románticos y grandes historias. Pues bien, París está en Francia y es precisamente en su cocina donde surgen estos profiteroles o petisús elaborados con pasta choux y que comúnmente se rellenan con ingredientes dulces, aunque también hay algunos con ingredientes salados que dejaremos para otra ocasión.
La primera vez que hice estos profiteroles fue hace unos cinco años, me parece que para nuestro primer aniversario de bodas. En aquel entonces los rellené con helado de vainilla, pero en esta ocasión para hacerlos más cremosos y suculentos, he preparado una chantilly casera no muy dulce y ligeramente saborizada con esencia de vainilla. Si bien es cierto que la salsa de chocolate la podemos encontrar en el súper, prefiero hacerla en casa para usar el mejor chocolate que tenga en la despensa y olvidarme del exceso de azúcar del producto ya procesado.
Hablando del chocolate, usaremos un chocolate amargo con un alto porcentaje de cacao, de preferencia mayor al 70%, ya que entre mejor el chocolate, mejor la salsa y mejor el equilibrio de sabores que tendrán nuestros profiteroles con crema chantilly y salsa de chocolate.
Debo reconocer que prepararlos puede parecer intimidante, pero la realidad es que si seguimos la receta al pie de la letra, trabajamos de manera continua y respetamos los tiempos y temperaturas del horno, no tenemos por qué temerle. Advierto que en esta receta «inmediatamente» significa «INMEDIATAMENTE». Vamos, que las llamadas por teléfono, el WhatsApp, o en nuestro caso nuestras gatitas, pueden esperar unos minutos para darles nuestra atención.
Vamos a necesitar como utensilios: una espátula de madera o de silicón, una cacerola mediana, una duya o manga pastelera con boquilla redonda y gruesa, una charola para galletas y para montar mejor la crema, la batidora eléctrica. Si al igual que yo no eres muy diestra en eso de la decoración con duya, te recomiendo usar el decorador de postres de Wilton (o un producto similar) ¡es el secreto detrás de la decoración de mis pasteles! (Si compras en Amazon México a través de estos enlaces nosotros ganamos una pequeña comisión por venta y a tí no te cuesta más )
- ½ taza de harina
- ¼ cucharadita de sal
- 1 cucharada de azúcar
- 75 gramos de mantequilla
- ¼ taza de leche
- ¼ taza de agua
- 2 huevos
- 350 ml de crema para batir
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- ¼ taza de azúcar glass
- 90 gramos de chocolate amargo
- 150 ml de crema para batir
- 1 cucharadita de vainilla
- 1 cucharada de miel
- Precalentamos el horno a 200ºC y cubrimos una charola para horno con papel encerado.
- En un plato hondo mezclamos la harina con la sal y el azúcar.
- En una cacerola a fuego medio, vaciamos la leche, el agua y la mantequilla, y moviendo constantemente esperamos a que comience a hervir y a que la mantequilla se derrita por completo.
- Bajamos el fuego al mínimo y añadimos nuestros ingredientes secos, moviendo hasta que la masa se convierta en una bola suave y deje una ligera capa en el fondo de la cacerola. Retiramos del fuego y dejamos enfriar un par de minutos. (¡sólo 2 minutos!)
- Inmediatamente, añadimos los huevos uno a uno, no agregando el siguiente hasta que el primero se haya integrado por completo. Al principio parecería que no se va a unir, pero si seguimos moviendo con la espátula, en unos minutos se unirá todo. Después de integrar el segundo huevo tendremos una masa pegajosa.
- Transferimos la masa a la manga pastelera a la que le habremos colocado la boquilla redonda. Con ella, sobre la charola, haremos círculos de aproximadamente 3.5 centímetros, trabajando del exterior hasta el interior. Si nos quedan picos en la parte superior, las redondeamos con nuestro dedo previamente mojado en agua.
- Horneamos por 10 minutos a 200ºC y posteriormente bajamos la temperatura del horno a 180ºC y permitimos la cocción por 35 o 40 minutos, hasta que estén dorados por encima y hayan esponjado. Al terminar la cocción, apagamos el horno, abrimos un poco la puerta de éste y dejamos que circule el aire 10 minutos antes sacarlos y dejarlos enfriar sobre una rejilla.
- Para preparar la crema debemos asegurarnos que esté bien fría. Con ayuda de la batidora o con un globo, la batimos hasta que forme picos suaves. En ese momento añadimos la esencia de vainilla y el azúcar glass. Volvemos a batir hasta que haga picos firmes.
- En una cacerola vertemos los 150 ml de crema para batir y llevamos al fuego durante unos minutos hasta que comience a hervir. Apagamos el fuego y añadimos el chocolate amargo troceado, la vainilla y la miel. Movemos de forma constante hasta que el chocolate se derrita por completo y tengamos una salsa brillante, suave y de color oscuro.
- Finalmente, cuando estamos listos para servir, cortamos horizontalmente los profiteroles, cuidando de solo hacerlo ¾ partes. Veremos que la centro hay un hueco donde colocaremos la crema para batir con ayuda de una cuchara o bien de una manga pastelera con boquilla de estrella. Espolvoreamos un poco de azúcar glass y bañamos con la salsa de chocolate.
Estos profiteroles con crema chantilly y salsa de chocolate son el cierre perfecto para una comida o una cena. Si bien el café puede ser un buen acompañamiento, un vino blanco o rosado ligero y espumoso logrará realzar sus sabores. Probarlos es toda una experiencia para el paladar, pues la cremosidad y ligero dulzor de la chantilly complementa el tono del chocolate amargo. Si queremos llevar la experiencia un paso más allá, podemos servirlo con helado de vainilla muy frío, y la salsa de chocolate caliente y recién hecha. Dos opciones absolutamente recomendables para este Día del Amor y la Amistad.
¡Buen provecho!
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