Una de las cosas que más me gusta de la primavera, es que podemos encontrar fácilmente una gran variedad de frutas, y justo estamos en la temporada en la que se dan los mejores frutos rojos: fresas, frambuesas, zarzamoras, blueberries, etc. Por ello, esta semana les comparto esta receta de smoothie de zarzamora y plátano, un licuado de frutas nutritivo y perfecto para el desayuno.
Como ya saben, la mejor forma de aprovechar las frutas y verduras es hacerlo durante su temporada en la que además las encontramos a buen precio. Hace algunas semanas, mientras deambulábamos por las calles nos ofrecieron 3 botes de fresas y 1 de zarzamoras por 50 pesos, que resultaron en poco más 3.5 kg de frutas rojas, y dado el buen precio, no dudamos una semana después ir en busca de otro buen tanto de estas frutas.
Pero ¿qué hacen dos personas con tanta fruta en una semana? más aún considerando que también había plátano y mango manila. Pues la respuesta no es otra mas que comérsela en cuanta receta e imaginación cupieran. Eso sí, debo decirles que la segunda semana decidí congelar una parte de las zarzamoras y una de las fresas, para poder usarlas en smoothies, yogur helado y tartas de fruta horneadas.
El proceso para congelar fresas y zarzamoras no es tan complicado: primero debemos asegurarnos de escoger las mejores, retirarles el tallo o las hojas, lavarlas, desinfectarlas y dejarlas que escurran perfectamente: unas servilletas de papel absorbente ayudan mucho. En seguida las meteremos a una bolsa Ziploc con cierre hermético y es aquí donde está el secreto: hay que procurar que queden en una sola capa, sin amontonarse y con espacio entre cada baya. Cerramos la bolsa casi por completo y con un popote extraemos la mayor parte de aire y sellamos bien. Con un marcador anotamos la fecha del día y de ahí al congelador, colocando la bolsa horizontalmente y ¡listo! en unas horas nuestras fresas y zarzamoras estarán congeladas y listas para usarlas en recetas como la de este smoothie de zarzamora y plátano.
- 2 tazas de zarzamoras congeladas
- 1 plátano
- 1 taza de leche
- 1 taza de yogur natural
- ½ taza de avena
- Miel de abeja al gusto
- 1 taza de hielo
- Comenzamos procesando en la licuadora las zarzamoras con la leche a velocidad media hasta obtener una mezcla tersa, por aproximadamente un minuto.
- Con ayuda de un colador, vaciamos la leche con zarzamoras en una jarra o tazón, para así eliminar todas las semillas de la fruta.
- Regresamos la leche con zarzamoras a la licuadora y añadimos el plátano en trozos, el yogur natural, la avena, el hielo y miel de abeja al gusto. Procesamos nuevamente por un minuto hasta que nuestro smoothie tenga una textura pareja, no queden trozos de hielo y la avena esté bien molida.
Como con la mayoría de los smoothies y licuados nutritivos, lo mejor es tomarlos recién hechos. En el caso de este smoothie de zarzamoras y plátano podemos servirlo no sólo en el desayuno, sino también después de hacer ejercicio o por la tarde, para ofrecerles una bebida refrescante y saludable a los niños. La tenemos lista en solo unos minutos, y podemos hacerlo más rápido si no nos molestan las semillas de la fruta y omitimos el paso de pasarla por el colador.
Sé que la idea de colarlo después de licuar primero todos los ingredientes pasará por su mente, pero si lo hacemos de esta manera, al colar eliminaremos los restos de fibra de la avena que tanto bien nos hacen, al contrario de las semillas de la zarzamora que no nos aportan nada. Para endulzar, creo que de dos a tres cucharadas de miel es la cantidad perfecta, pues recordemos que la zarzamora es un poco ácida y hay que equilibrar el sabor.
¡Buen provecho!
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