Con la primavera llegan los días de calor y la necesidad de mantenernos mejor hidratados. En México, en esta temporada, reinan las aguas frescas en todos lados. Pero hay una bebida tradicional mexicana que lleva la delantera cuando hablar de las bebidas favoritas se trata: la horchata de arroz o simplemente, agua de horchata.
Tradicionalmente, para preparar el agua de horchata de arroz, las abuelitas ponían a remojar el arroz en agua caliente una hora antes de prepararlo, para luego licuar todo con el agua de remojo.
Sin embargo, el ritmo de vida actual nos invita a soluciones más rápidas. Confieso que en casa, muchas veces nos olvidamos de preparar agua fresca y simplemente tomamos el agua con unas gotas de limón. Pero, ¿y el gusto por la horchata de arroz?
Para mí la solución la he encontrado en la harina de arroz, que me permite preparar esta deliciosa bebida en tan solo 5 minutos, y con el beneficio añadido de que queda una bebida muy tersa, en la que no se perciben restos pequeños de los granos de arroz (que puede llegar a suceder si usamos el método tradicional y las aspas de nuestra licuadora han perdido filo).
- 2 cucharadas de harina de arroz
- 1 cucharadita de de canela en polvo o ½ rajita de canela
- 1 taza de leche
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Azúcar al gusto
- 2 litros de agua
- Hielos al gusto
- En la licuadora, colocamos la harina de arroz, la canela, la leche y la esencia de vainiilla. Procesamos hasta que tengamos una mezcla uniforme.
- Vacíamos en una olla y llevamos al fuego a que hierva, por al menos 5 minutos.
- Vacíamos en una jarra y endulzamos con el azúcar.
- Añadimos los 2 litros de agua y agregamos hielos al gusto.
Desde luego, podemos convertir los pasos 1 y 2 en un solo paso si usamos la canela en polvo. Bastará con poner todos los ingredientes en la olla (excepto el agua y el azucar), remover bien y dejar hervir. Para por último realizar los pasos 3 y 4.
Esta receta de horchata de arroz la puedes personalizar a tu gusto. Puedes sustituir la leche entera por leche evaporada, el azúcar por tu endulzante favorito o incluso con unas cucharadas de leche condensada.
¡Buen provecho!
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