No hay nada mejor para acompañar una buena comida que un buen vaso de vino, sea vino tinto o vino blanco, los mejores vinos le darán a tu paladar una gran experiencia.
Durante muchos años se ha dicho que el consumo moderado de vino tinto es bueno para la salud del corazón. Esto, debido a que sus antioxidantes ayudan a aumentar los niveles de HDL, lipoproteínas de alta densidad, las cuales son las encargadas de transportar el colesterol desde el tejido hasta el hígado, de esta manera, ayudan a evitar los daños causados por el colesterol en las arterias. Este es el principal beneficio cardiovascular de consumir vino moderadamente.
Los vinos tintos, contienen también melatonina, la hormona del sueño, la cual es abundante en la piel de las uvas rojas. Los vinos Merlot, Chianti y Cabernet Sauvignon son los recomendados para este propósito.
Pero la magia del vino no radica solo en el HDL y en la melatonina, sino también en su alto contenido de un antioxidante llamado Resveratrol, el cual, encontramos en mayores cantidades en el vino tinto que en el vino blanco.
Beneficios del Resveratrol
El Resveratrol ayuda a prevenir la formación de placa en las arterias y mejora la coagulación sanguínea, principales causas de las enfermedades del corazón. Además, estudios recientes han revelado que puede ayudar en la prevención del cáncer de próstata y del cáncer de pulmón. El Resveratrol tiene propiedades anti-inflamatorias por lo que ayuda en la prevención del resfriado común, potencializado además, por los flavonoides presentes en el vino tinto.
¿En qué otros alimentos encontramos el Resveratrol?
El Resveratrol lo encontramos desde luego, en las uvas rojas (de todos es sabido que de estas frutas proviene el vino tinto). Si incluyes diariamente uvas rojas en tu dieta te asegurarás de obtener una buena cantidad de tan valioso antioxidante, eso sí, cómelas con piel, que es donde se encuentra más concentrado el Resveratrol.
Otro alimento donde también lo encuentras es en los cacahuates, y desde luego en la mantequilla de cacahuate (maní). ¿Cómo incluirlos en tu dieta? sencillo! inclúyelos en las botanas cuando estás viendo un partido o una película, y si se te antoja un postre, nada como un fácil sándwich con mantequilla de maní. Delicioso!
Pero, no todo es miel sobre hojuelas
Ya que hemos mencionado los principales beneficios del vino tinto en la salud, es necesario hacer notar algunas cosas «no tan buenas» antes de que te decidas a beber vino por las propiedades de sus antioxidantes.
Lo primero, es mencionar que el vino no solo contiene antioxidantes, sino también alcohol ¿lo habías olvidado?, el alcohol puede aumentar el riesgo de contraer cáncer de mama al aumentar los niveles de estrógeno en las mujeres, además, de que, quienes padecen de este cáncer, al tomar vino pueden aumentar la progresión del tumor. El vino también puede aumentar los niveles de triglicéridos en el cuerpo, de modo que si tienes problemas de peso o niveles altos de triglicéridos, debes evitar el consumo de vino tinto. Para quienes padecen de migrañas, tanto el vino blanco como el vino tinto tienden a empeorar la situación.
Recuerda, el alcohol es nocivo para la salud, por lo que los beneficios de los vinos en ésta vienen de la mano con los efectos negativos del alcohol, por lo que si lo vas a consumir, debes hacerlo con moderación y no está de más, que averigües con tu médico si su consumo es adecuado para ti. También, recuerda que más, no siempre es mejor. Disfruta del vino, de su sabor y aroma sin excederte y así lograrás obtener los beneficios que estás buscando.
Consumo moderado. ¿Cuánto es demasiado?
En 1994, los médicos afirmaron que si todos los adultos bebieran 2 vasos de vino tinto al día las incidencias de enfermedades del corazón se reduciría en un 40%, pero, debemos preguntarnos, por ejemplo, si los hombres y las mujeres deben desarrollar este hábito de manera similar, puesto, que las mujeres nunca serán hombres, ni los hombres serán mujeres, y difícilmente tendrán el mismo físico.
El proceso de descomposición del alcohol en el cuerpo ejerce cierta presión sobre el hígado. Si el vino se bebe con la comida, entonces la absorción es más lenta y el hígado se tarda más en procesarlo. Es aquí donde encontramos las primeras diferencias, no es lo mismo lo que ocurre en un hombre cuando se toma media botella de vino, que cuando una mujer lo hace, desde el simple hecho del físico y de que, muy probablemente estén comiendo en cantidades diferentes e incluso, alimentos diferentes. En el hombre, generalmente, estará entrando al organismo una importante cantidad de comida, por lo que el vino tinto estará entrando en una concentración muy reducida, mientras que en la mujer, estará entrando una cantidad liviana de comida, y el vino lo hará en una concentración mucho más alta, por lo que su hígado tendrá una presión mayor.
Dicho esto, podemos notar que realmente es difícil determinar cuánto es lo recomendable, por lo que lo mejor es entender a nuestro organismo, su manera en la que lo procesa, nuestro estilo de vida y nuestra condición física para poder decidir cuánto es bueno para nosotros.
Y por último, mencionar que se ha descubierto que los antioxidantes en el vino tinto protegen al cerebro contra los efectos perjudiciales del alcohol, por lo que, beber vino tinto es más saludable que beber cualquier otra bebida alcohólica.
Salud!
Información Bitacoras.com…
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