¿cómo elegir una licuadora? | cocinamuyfacil.com

Hace algunas semanas comentábamos aquí en Cocina Muy Fácil sobre el cómo elegir una freidora para cocinar en casa y hoy, damos seguimiento a las preguntas que nos hacen llegar a través de nuestro correo y redes sociales respondiendo a la pregunta ¿Cómo elegir una licuadora?

Para mí, la licuadora es un electrodoméstico indispensable en nuestra cocina, ya sea para preparar unos refrescantes smoothies, mezclar líquidos para preparar un delicioso postre, y desde luego, para preparar las salsas y caldillos que le darán sabor a nuestras comidas. Sin duda, uno de los utensilios más versátiles en la cocina.

Por todo ello, es que debemos procurar hacernos de la mejor licuadora que nuestro bolsillo pueda pagar y que nos garantice durabilidad, eficacia y suficiente potencia para ayudarnos en todas las tareas para la que la necesitamos.

Comparar tipos

Lo primero que debemos tener en cuenta es el tipo de licuadora que necesitamos, lo cual puede variar de familia a familia. Una cosa es elegir una licuadora para hacer una malteada de manera ocasional  y otra el pretender utilizarla también para hacer mantequilla casera de almendras.

Así pues, encontraremos licuadoras de alto rendimiento, con motores muy potentes y cuchillas de rotación rápida que son perfectas para preparar bebidas que incluyen hielo o procesar frutas completas, moler sopas y cremas calientes e incluso hacer helados.

Por otro lado están las licuadoras convencionales, que son modelos más baratos que las de alto rendimiento y que son buenas para licuar a intensidades bajas, tales como hacer un batido, o un smoothie de frutas frescas, pero que no son capaces de dominar las sopas y cremas calientes, extraer jugos y que nos harán como resultado cocktails fríos con pequeños trozos de hielo.

También están las licuadoras para uso personal, una categoría relativamente nueva que está orientada para quienes requieren hacer smoothies a base de yogur o batidos de proteína para llevar, pues sus vasos y contenedores al ser pequeños son fáciles de llevar a donde quiera que vayamos.

Por último, hablaremos de las de inmersión, un electrodoméstico cilíndrico con cuchillas expuestas directamente a la comida que estamos preparando como por ejemplo: vegetales que están cociéndose en una cacerola. En realidad, este tipo es más un complemento a una licuadora convencional y es difícil pensar en ellas como su reemplazo.

En cualquier caso, la que elijas dependerá de tus necesidades y tu presupuesto. En el blog Mejoresmarcas.com.mx hay una selección interesante que quizás te puedan ser útiles para elegir la tuya entre tantos modelos disponibles en el mercado.

Almacenamiento

Otro punto importante a considerar al comprar una licuadora es el espacio que ocupará en nuestra cocina, lo cual es particularmente importante si ésta es pequeña. Las más compactas desde luego son las de inmersión, que fácilmente podemos meterlas en un cajón. En tamaño le siguen las licuadoras personales seguidas de las convencionales y de las de alto rendimiento.

De estos dos tipos últimos, si planeamos ponerla en la encimera, debemos medir el espacio que tenemos, principalmente a lo alto, para evitar que sea obstruida por nuestro mobiliario de la parte alta de la cocina. Desde luego, también habrá que prestar atención al espacio que necesitaremos para guardar los accesorios incluidos.

Características

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Desde luego, también hay que tener en cuenta sus características. Por sorprendente que nos parezca, no siempre pagar por una licuadora más cara puede significar tener más características, como tampoco adquirir un robot de cocina barato significa que no hayamos realizado una buena inversión.

  • Vaso: La mayoría de las licuadoras tienen vasos o contenedores de plástico, lo que significa que son más ligeras y menos propensas a romperse en comparación con las que tienen vasos de cristal. La desventaja de los vasos de plástico es que tienden a absorber olores y manchas, por lo que hay que limpiarlas tan pronto como las desocupemos. Independientemente del material, debemos también fijarnos en que tengan boca amplia para facilitar la colocación de ingredientes y su limpieza.
  • Controles: Ningún tipo de control es mejor que otro, de modo que la decisión dependerá de nuestras preferencias. Los controles de tipo touchpad son los más fáciles de limpiar pero también pueden ser más difíciles de manejar.  Los controles de botones facilitan el cambiar entre velocidades pero la suciedad puede acumularse en sus bordes, mientras que los de un único switch son fáciles de limpiar pero limita nuestras opciones.
  • Velocidad: Las licuadoras pueden tener desde al menos tres velocidades hasta 16 o más. En nuestra vida diaria descubriremos que habitualmente solo utilizamos tres, pero con una docena más de opciones corremos el riesgo de dejar de distinguir cual velocidad necesitamos para cada tarea. Eso si, un botón de pulso es indispensable pues nos permite controlar con mayor precisión el como se licúan ingredientes delicados.
  • Potencia: En cuanto a licuadoras encontraremos potencias entre los 300 y los 1000 watts, o incluso más, pues los fabricantes claman que un mayor voltaje equivale a un mejor rendimiento. Pero esto no es necesariamente cierto, puesto que el diseño de ls cuchillas y la forma del vaso también afectan este último. La excepción a esto son las de inmersión, en las que un voltaje más alto nos da resultados más consistentes.
  • Garantía: Como con cualquier otro producto, el tamaño y la cobertura de la garantía de la licuadora es también una indicación de cuánto tiempo espera el fabricante que funcione adecuadamente. Las de mayor rendimiento tienen una garantía de entre 7 y 8 años, mientras que las de más bajo pueden cubrir un año o menos.

Imágenes | Dreamstime