La cápsula de café es uno de los mejores inventos instantáneos creados por los productores de la bebida de común denominador en distintos ámbitos del mundo entero. Este producto tiene varias opciones de sabores y son la salvación de cualquier persona que necesite ingerir algo que lo despierte en pocos segundos.

Una cápsula de café diaria puede resultar la medida justa al amanecer, luego de despegarte de la almohada para hacer que tu día lo inicies de la mejor forma con energía. Una vez despierto y tomado la medida justa de esta bebida, estás preparado para comenzar tu jornada sin excusas sin importar la actividad que realizas, sea trabajo o entrenamiento físico.

Actualmente, miles de personas recurren a estos productos instantáneos, debido a que solo tardan pocos minutos en prepararse de modo automático en la cafetera. Solamente con elegir las opciones de gusto y apretar el botón de encendido, solamente al aguardar un instante de tiempo, tienes tu desayuno, merienda, o bebida relajante para antes de dormir lista.

La cápsula de café, el invento que revolucionó la vida de las personas

En 2001, la empresa Douwe Egbert junto a Philips ha decidido adelantarse en el tiempo y crear una forma de disfrutar el café de una manera distinta. El objetivo era que su elaboración sea más rápido, sencillo y sin perder el sabor esencial del café, por eso han creado el producto.

La cápsula de café no ha demorado en convertirse en una creación que modifica el paradigma de tomar la infusión que suele acompañar en las noches a varios estudiante u oficinistas en su jornada diaria. La esencia de este producto se basa en conceptos como la rapidez y sencillez de su elaboración y rápida injerencia, sin dejar de lado un disfrute sin iguales en la circunstancia en la que se lo tome.

Después del éxito obtenido, su formato además ha servido para ser adaptarlo a otra infusión, como el té, el cual también se comercializa con esta opción para un consumo ligero. A partir de su creación, en el mercado se pueden encontrar miles de alternativas de distintos gustos con diferentes grados de volumen e intensidad. Es decir, se pueden seleccionar entre cafés fuertes, suaves e intermedios.

Algunas de las variantes de mayor demanda se encuentran la cápsula de café gruesa de capuchino, de chocolate. Una de las virtudes de tomar un buen expreso es que al ingerirlo  evitan sabores ajenos a la infusión que pueden colocarse cuando se tome un café tradicional.

De esta manera, la persona no introduce en su cuerpo lo que pueden significar bacterias para su organismo, ya que una vez insertada la cápsula de café en la máquina, no se deja lugar para que desde afuera ingrese alguna toxina.

La magia del café expreso

La creación de la cápsula de café ha traído cambios, entre ellos, la invención del café expreso. Una infusión fuerte servida en una pequeña taza que se prepara en un instante para ser tomado sin detenerse demasiado tiempo.

La cápsula de café de este tipo de bebida rápida también es una de las variantes más elegidas. Su preparación es, al igual que el resto de los sabores, es ligera. Lo que hace la máquina de hacer café es picar los granos de café molido, después lo mezcla con una medida justa de agua caliente para que una persona pueda disfrutarlo y continúe con su rutina diaria.

Lo cierto es que para conocer su identidad, hay que trasladarse a Italia a los inicios del siglo XX, cuando Luigi Bezzera tomó un café luego de haber ejercido presión a vapor en una cafetera. De esta manera, había comenzado a descubrirse una forma distinta nunca antes vista de tomar café, el cual ha dado origen a la infusión actualmente conocida por su sabor fuerte y cargado.

En la actualidad, la cápsula de café representa una dosis exquisita de café que se empieza a saborear al ver su espuma que sobresale por encima de la taza. Hoy las máquinas de hacer café los preparan en segundos y satisface la urgencia de los amantes de esta bebida universal, nacida en la tradicional cultura italiana.